En un partido donde fue claro dominador de principio a fin, Tigre dejó escapar la chance de seguir sumando en el Torneo y cayó por 2 a 1 ante Banfield, por una distracción cuando moría el encuentro. Diego Morales había puesto la igualdad parcial.
Con un Coliseo de Victoria casi a tope, este renovado Tigre buscaba seguir estirando la seguidilla de triunfos ante Banfield. Y el partido arrancó dejando bien en claro esto.
El Matador fue el claro dominador del primer tiempo. El carril derecho de Andrés Rodales y Martín Galmarini fue el sector elegido por los del Vasco Rodolfo Arruabarrena para tratar de vulnerar a un Banfield metido atrás desde el inicio. Y de esta forma llegaron las mejores oportunidades para ponerse en ventaja. Primero un cabezazo de Denis Stracqualursi y luego un derechazo impresionante del uruguayo Andrés Rodales, fueron bien contenidas por el arquero Enrique Bologna, quién de a poco se iba convirtiendo, lamentablemente, en la figura del encuentro.
En la primer y única llegada del conjunto visitante en la primera etapa, un desborde por la izquierda de Marcelo Carrusca fue empujado a la red por Cristian García, y así, sin merecerlo ni haberlo buscado, Banfield se ponía en ventaja.
Lejos de derrumbarse, Tigre siguió insistiendo y pudo haberse ido al descanso con un empate de no haber sido nuevamente por Bologna. Primero contuvo un cabezazo de Mariano Echeverría y después se quedó con un rebote de Stracqualursi.
La segunda mitad fue un calco de la anterior. Tigre era quién proponía y Banfield esperaba replegado en su campo, conservando a ultranza el parcial triunfo.
Apenas en el arranque del complemento, Román Martínez le puso un gran pase de emboquillada a Stracqualursi, pero el goleador no pudo definir cómodo. Apenas unos minutos después Banfield pudo haber estirado la ventaja. Una desatención en el fondo dejó cara a cara a García con Daniel Islas, pero el delantero no culminó bien la jugada y la pelota se fue lejos del arco.
De tanto ir en buscar del empate, Tigre tuvo su premio. A los 55 minutos, un desborde por la banda derecha de Martín Galmarini no pudo ser conectado por Stracqualursi, pero Cachete Morales entró por atrás y de tres dedos definió al segundo palo de Bologna decretando así justicia en un partido que no merecía tener a Tigre en desventaja.
Si algo le faltaba al equipo visitante para renunciar al partido era quedarse con un hombre menos. Y esto sucedió. A los 70 minutos Marcelo Bustamante metió la mano infantilmente en un pelota que no llevaba peligro, y vio la tarjeta roja.
Pero el fútbol no sabe de merecimientos dicen los que junan de esto. En tiempo cumplido un pelotazo de Bologna encontró solo al juvenil Facundo Ferreyra y este, con la defensa local mal parada, definió cruzado para liquidar así el encuentro. Tigre hizo más. Quiso más. Fue fiel a sus convicciones y nunca dejó de buscar el gol. Banfield nunca propuso juego y sin embargo, vaya uno a saber porque, se fue de Victoria con los tres puntos.
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